En nuestro post anterior, te contamos que la nutrición es uno de los factores que, indudablemente, afectan al crecimiento de una planta. Sin embargo, también sabemos que de entre todos los factores que les afectan, este es el más complejo de entender para muchos amantes de la jardinería amateur. ¡Y por eso queremos echaros una mano!
Aunque podríamos ofrecerte una amplísima guía sobre los tipos de abono para plantas, queremos ir poco a poco. Por eso, vamos a empezar diferenciándote dos grandes grupos de abono:
- Abonos químicos
- Abonos orgánicos
En esta ocasión, te hablamos del primero de ellos: el ABONO QUÍMICO. Los abonos químicos son aquellos fertilizantes que contienen, al menos, un componente o elemento químico en su composición. Este elemento químico es necesario para el crecimiento de la planta. ¡Es un error pensar que los abonos químicos son siempre malos para ellas!
«Son nutrientes elaborados por el hombre que, generalmente, son de origen mineral, animal, vegetal o sintético. Dentro de los fertilizantes químicos están los elaborados con los “nutrientes principales” para la tierra, que son nitrógeno, fósforo y potasio».