¿Sabías que las plantas naturales necesitan que sus hojas estén limpias? El motivo es que, en ellas, se encuentran sus poros o estomas, esenciales para su vida y su respiración y a través de los cuales liberan vapor de agua a la atmósfera.
La contaminación o el polvo pueden hacer que los estomas de tu planta no funcionen correctamente y esta acabe por enfermar. Por ello, debes limpiar siempre sus hojas con un paño húmedo, sin jabones, pero con mucha delicadeza y cariño. Si además quieres que tus hojas brillen con intensidad, puedes utilizar abrillantadores naturales como la cerveza o el aceite de oliva.